Julio-Agosto 2004

Yo soy el hombre que camina y gasta sus pies por los caminos del mundo.  Soy el caminante que vaga entre los hombres, el hombre que juega a ser poeta. Yo no soy el poeta. El poeta es un Viajero que  convierte sus pasos en versos, el camino en poesía y al cami­nante en poeta. Yo solamente soy el caminante.

El Viajero a veces cruza por estos campos en los que habito y siembra su luz en mis labios. En momentos como esos me encuentro sentado en mitad del mundo y la noche envuelve la fragilidad de mi cuerpo. El sueño me devora con sus dulces fauces de musa desnuda y me sumerge en el cálido ámbito del limbo. Suspendido, en estado de entrega total, levito en el etéreo espacio que existe entre la línea del hombre y la línea del universo. Las doradas aves alzan su vuelo y pueblan la noche con el rumor de los días. Mis manos, tris­tes palomas que no saben volar, golpean con furia los muros de niebla que me aprisionan y abren pequeños agujeros por los que se filtran unos leves rayos de luz que vienen del mundo, que vienen de la vida. Y estas manos, tan torpes como palomas que jamás vola­ron, comienzan a moldear sombras y a atar con un mágico hilo los sueños a los versos.

Pero yo no soy el poeta. Yo sólo soy el Aprendiz de Poeta, el caminante; el hombre que está pegado al suelo.

A veces detengo mis pasos y vuelvo mis ojos sobre el camino andado, busco las huellas del caminante, pero apenas si logro en­contrar, tras de mí, un rastro leve e insignificante que sólo me produce melancolía o dolor.

Otras veces detengo mis manos y lanzo mis ojos por las sendas del viento, buscando las Huellas del Viajero, entonces mi alma se agranda, se hace infinita y alcanzando los límites del universo se deshace en luz.

Tal vez, bajo cualquier noche, el Viajero vuelva a cruzar por estas tierras y quizás la luna tiemble en sus ojos. Tal vez nos deje su canto desnudo, sobre la estela de un sueño. Mas podéis te­ner por cierto que en noches como esas, estas manos mías, tan tor­pes, seguirán moldeando sombras.

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.