«Los Cuadernos de Roldán» incluyen mi poema: NOCHES SIN LUNA

NOCHES SIN LUNA

 

Paredes encaladas

luz del sol reverbera

y del calor protegen.

La cal, fresca blancura

de flores salpicada,

es alegría y vida.

 

Silueta verde-oscura,

con sus blancas heridas,

la Sierra de Morón

guarda negros recuerdos.

 

En las noches sin luna

el romero y el tomillo

a los vientos son eco

de un dolor que no cesa

de azotar la memoria

de un pueblo y de su gente

que por siempre recuerda

lo que tus piedras vieron.

Junto a las chaparrillas,

entre oscuros tarajes,

la sangre iba regando

la tierra y los palmitos.

El puerto de las cruces

es su siniestro nombre.

 

La cal deshace cuerpos

en la fosa común.

Cal viva es el olvido

de sus vidas y sueños.