I

He aquí el hombre, he aquí el pueblo.

Este es mi rostro, ese es tu rostro. Estas son mis manos y esas las tuyas. Tus piernas te llevan por las calles, al igual que las mías a mí.

He aquí mi cuerpo y tu cuerpo oscilando, agitándose, vagando entre cientos, miles, millones de cuerpos.

He aquí el pueblo; es decir tú y yo. Nosotros. Todos. La masa. Los ladrillos, todos iguales al gran ojo, sosteniendo al poder.

Estos somos nosotros; tú, yo: el pueblo.

He aquí el hombre.

II

Los ladrillos. Somos los ladrillos.

Tú, yo, todos nosotros somos los ladrillos de esta inmensa pirámide.

Somos las manos que ejecutan las labores que la cabeza, la cúspide de esa gran pirámide, es decir la elite, nos manda mediante su sistema nervioso para producir la materia.

Somos las manos, la fuerza que genera la energía que sustenta a los señores.

III

Nosotros somos los ladrillos, la masa que ha de soportar el peso de la pirámide; por los siglos de los siglos.

Estos somos nosotros: tú, yo, todos; es decir el Pueblo.

Nosotros somos los ladrillos, los sometidos, los dominados, los esclavos de la Élite por los siglos de los siglos.

Estos somos nosotros: tú, yo, todos; es decir el Pueblo.

IV

Ellos son los Señores, la elite, los elevados a la cúspide de la pirámide. Son los Magos del sistema, los Amos del mundo.

Ellos fabrican a los ladrillos, es decir a ti, a mí, al pueblo, provocando unas capas sociales que habrán de sustentarles en esa privilegiada posición, mediante un sistema económico controlado desde su poder y basado en el consumismo de esas mismas capas sociales, de esos ladrillos, es decir del pueblo.

Nosotros somos el pueblo, los ladrillos que soportan el peso de la pirámide, y ellos son los Señores, extremadamente perversos, terriblemente voraces y sin escrúpulos.

Ellos son los Magos, los Amos, la elite del sistema.

V

Oíd al viento, compañeros, oíd al viento cuando pasa rozando vuestra piel.

En esos vientos milenarios se oye el rumor de las huellas de aquel animal-hombre que comenzaba a caminar sobre sus dos piernas traseras, la voz de su torpe lengua al empezar a ser domesticada por su cerebro, por su capacidad de razonar, de aprender y evolucionar. Entonces aquel animal, sintién­dose diferente, se creyó poderoso y superior a todos y a todo. Ese animal dominó a los demás animales, domesticó a los árboles y plantas, y controló a las fuerzas naturales del planeta.

VI

Ese animal-hombre se sintió poderoso y comenzó a robar sus riquezas a la tierra; madera, carbón, piedra y metales, y después las manipuló, las transformó y se sir­vió de ellas sin preocuparse de que en ese proceso degeneraba su medio ambiente, lo enfermaba o incluso podría llegar a matarlo. Así mismo, aprendió a capturar las fuerzas de la Naturaleza; agua, viento, sol, fluidos y líquidos,  y domesticándolas fue usándolas en exceso sin importarle el daño causado a ésta. Pues para ese hombre, es decir para los Señores, sólo cuenta el avance en su progreso; el camino hacia su hegemonía absoluta. Y en verdad creen que lo están consiguiendo; y lo creen por­que se olvidan de su insignificancia, de su pequeñez y fragilidad, de su nimiedad como parte integrante de éste hábitat al que llamamos mundo. Y se olvidan, así mismo, de la brevedad de su existencia, pues el hombre, a pesar de todo el poder que pueda llegar a conseguir; en la vida, en la Naturaleza y en el mundo, es tan sólo un suspiro del universo. Incluso podemos llegar a pensar que el hombre es un mal sueño, una pesadilla en las febriles noches de este Planeta y de sus Fuer­zas Creadoras.

VII

Pero ese animal-hombre evoluciono más aún; sometió y humilló, oprimiendo y tiranizando, a otros grupos de su misma especie, creando un sistema de clases en el que unas capas sociales soportasen el peso de otras. En este sistema de clases, las capas más altas se mantendrían en su privilegiada posición gracias al esfuerzo y al trabajo de las más bajas. Todo esto sería contro­lado mediante una escala de valores materiales. Dicha escala, con el paso del tiempo y la evolución de las sociedades, esclavizaría al individuo atrapándolo en el vértigo de esta sociedad consumista en la que hoy día vivimos.

Nacieron los Magos, la Élite. Nacieron los Señores.

VIII

Los Magos, ellos son los Magos del sistema. Los Brujos, los Hechiceros que se apoderan de nuestra voluntad.

Los Señores crearon las herramientas necesarias para conseguir la sumisión de las distintas capas sociales, las cuales enmascararon sutilmente, ocultando su objetivo principal, mediante unos ficticios privilegios y bienestar. Estas herramientas, que son las que han de mantener en el poder a los Amos del mundo, básicamente son tres: la primera; LAS RELIGIONES, con las que se intenta controlar el pensamiento y los actos de los indivi­duos, mediante el culto y la acatasion de sus dogmas. La segunda; LAS LEYES, con ellas se trata de dominar y mantener dentro de un orden, establecido por quienes las promulgaron, a las personas en particular y a las sociedades en general. Y la tercera herramienta; LAS POLÍTICAS, con las cuales se pretende dirigir, administrar y gobernar a las personas, a los pueblos y a los países bajo ciertas ideologías o filosofías.

Pero cuando todas estas herramientas fracasan, debido a la rebeldía natural del hombre-pueblo, se utilizan otras más burdas y crueles que son totalmente efectivas, las cuales ya no ocultan sus pretensiones bajo ninguna máscara y cuyo objetivo no es otro que la opresión y el dominio sobre el hombre y sobre los pueblos.

La primera de estas; LOS CUERPOS POLICIALES encargados de controlar a los ciudadanos y de hacerles obedecer el cumplimiento de las LEYES. La segunda; LOS EJÉRCITOS, los cuales siempre inten­taran disimular bajo el pretexto de salvaguardar la paz ente una posible agresión, ya sea esta externa o interna, al sistema políti­co y económico que los crea, cuando su verdadera misión no es otra que la de reprimir a los pueblos mediante la fuerza y el miedo, apoyándose para ello en las RELIGIONES, LAS LEYES y LAS POLÍTICAS.

La tercera, la más eficaz, la más contundente y por consiguien­te la más terrible; LAS GUERRAS que, siendo la consecuencia lógica de la anterior y su razón de ser, son utilizadas cuando aque­lla no puede cumplir su cometido dentro de una supuesta paz. Con ella se arrasa, se destruye y se elimina toda resistencia que pu­dieran encontrar las anteriores.

Todas estas herramientas: RELIGIONES, LEYES, POLÍTICAS, CUERPOS POLICIALES, EJÉR­CITOS y GUERRAS, se pueden considerar los pilares básicos sobre los que se asienta el poder de las capas sociales más altas, es decir de los Señores, y son utilizadas para controlar, oprimir y esclavizar a las otras capas, masas de gente, pueblos o parcelas del mundo.

IX

Los Señores, ellos son los Señores. Los Hechiceros del sistema.

Ellos son los Hechiceros que desde la cúspide de la pirámide controlan el tablero y dirigen el juego, urdiendo sus estrategias con las que controlar a las distintas capas sociales, es decir a los ladrillos; a ti, a mí, a nosotros.

Ellos son los Hechiceros, aquellos que se apoderaron del cerebro de aquel animal-hombre desde el mismo día en que comenzó a caminar sobre sus dos piernas traseras y a domesticar su lengua. Ellos son los Hechiceros de aquellas tribus y de estas sociedades, y nosotros los ladrillos, los aterrorizados adoradores del tótem de maderas perpendiculares. Nosotros los sumisos y ellos los Señores.

Ellos son los Hechiceros, aquellos Brujos y Chamanes, esos Magos y Clérigos o estos Sacerdotes y Sumos Pontífices, labriegos todos de la mente humana.

Ellos son los Señores, los Hechiceros de la pirámide.

X

Los Clérigos, los Señores, ellos son los Sumos Sacerdotes, ojo de poder situado en la cúspide, hombre-dios vigilante, inquisidor rigiendo el destino de los pueblos.

Ellos son los Señores, herederos de los Sacerdotes de Amón. Ellos son los Amos del mundo, los poseedores de las Sagradas Tablas y dueños de las Tablas Profanas.

De sus manos brotan los mandatos, divinos o paganos, nacen de sus manos los cultos, las adoraciones, las religiones, y nacen las leyes divinas o paganas.

Ellos son los Clérigos de sibilina lengua cultivando las mentes, labrando las fértiles tierras de la superstición y la ignorancia.

Ellos son los Señores y nosotros los ladrillos, los sumisos, los que soportamos la pesada carga de las capas sociales superiores, los que soportamos la pirámide.

XI

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos, los nacidos del orden cósmico, los hijos del Rita.

El Rita es la verdad universal que precede a los dioses Védicos. El Rita es el origen, la causa de todo, las primigenias leyes y fuerzas cósmicas que explica los fenómenos naturales, y es la fuente de la creación y conservación del universo.

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos.

Nosotros somos los ladrillos, los sumisos atados a todos los ritos, sometidos por todos los cultos desde aquellos días de las circulares piedras verticales, santuarios megalíticos, templos para los acontecimientos celestiales y la celebración de la venida de las estaciones, de la fertilidad de la tierra y de la gente.

Nosotros, los sumisos, los ladrillos. Somos  los ladrillos.

Ellos son los Señores, los poseedores del conocimiento sagrado de los antiguos escritos, los portadores del Rig Veda (los himnos sagrados), del Sama Veda (los cantos sacerdotales para el sacrificio), del Yajur Veda (ritos y formulas sacrificiales), del Athara Veda (ritual de los encantos, los hechizos y los cantos de exorcismo). Ellos son los poseedores del conocimiento de los Vedas.

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos.

Nosotros somos los ladrillos, los sometidos por todos los cultos, los mansos uncidos a todos los ritos desde el Karma, ley moral de causa y efecto para la siguiente vida, a través de la reencarnación, hasta la Shariah ley sagrada de la vida y las prácticas religiosas que prescribe el camino para cumplir el mandato de Dios y alcanzar el cielo.

Nosotros, los sometidos, los ladrillos. Somos los ladrillos.

Ellos son los señores, los renacidos, los portadores del Mantra y de las cuatro nobles Verdades del iluminado que meditaba bajo el árbol Bo. Ellos son los peregrinos del óctuple Sendero.

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos.

Nosotros somos los ladrillos, los mansos ligados a todos los ritos, los humillados por todos los cultos desde el Tipitaka, las tres cestas, y las escrituras Sagradas.

Nosotros, los mansos, los ladrillos. Somos los ladrillos. 

Ellos son los Señores, los herederos del Pentateuco que contiene los Cinco Libros de Moisés. Ellos son los elegidos, los guardianes de las leyes y la sabiduría del Torá.

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos.         

Nosotros somos los ladrillos, los humillados por todos los cultos, los ciervos encadenados a todos los ritos desde el día de las primeras instrucciones.

Nosotros, los humillados, los ladrillos. Somos los ladrillos.

Ellos son los Señores, los ungidos, los guías del camino para alcanzar el bien verdadero, por medio de la gracia de Dios, es decir por medio de Jesucristo su hijo. Ellos son los convocados al reino de Dios.

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos.

Nosotros somos los ladrillos, los ciervos sometidos a todos los ritos, los sumisos atrapados por todos los cultos desde la  Alianza de Dios con su Pueblo.

Nosotros, los sumisos, los sometidos, los mansos, los humillados; los ladrillos, somos los ladrillos.

Por los siglos de los siglos.

Ellos, los nacidos del orden cósmico, los poseedores, los portadores, los herederos, los ungidos; los Señores, son los Señores.

Por los siglos de los siglos.

XII

Ellos son los Señores por los siglos de los siglos.

Ellos Son los Señores, los poseedores, los portadores, los herederos de las Tablas Sagradas del monte Sinaí.

Ellos son los Oráculos, los Exégetas que leen y propagan las leyes del Decálogo que el Ser Supremo le entregó al Rescatado de las Aguas.

Ellos son los guías, los dueños de la luz y de la palabra de las Antiguas Escrituras.

Ellos son los guías, los chamanes, los gurús, los sacerdotes, los Rabinos; ellos son los guías, los Señores.

XIII

Ellos son los Señores, los amos del mundo, ellos tienen en sus manos las Tablas de Poder.

Ellos establecen las reglas del juego, sus reglas y su juego, imponiendo sus leyes siempre cambiantes según el rostro, el color, las ideas o la voracidad de quien las promulga.

Ellos son los dueños del poder desde su elevada posición en la pirámide, manteniendo dentro del orden a la masa, a los ladrillos; es decir a ti, a mí, a nosotros, al pueblo.

Ellos son los Señores y nosotros los ladrillos, los sumisos, los dominados obedeciendo y cumpliendo sus leyes, acatando sus prohibiciones con recelo y miedo. Los atrapados en el juego, su juego, viviendo la vida que se nos permite, respirando el aire que se nos concede, comiendo las sobras del banquete, su banquete, y teniendo la felicidad que se nos vende.

Ellos son los Señores y nosotros somos los ladrillos.                                  

XIV

Nosotros somos los ladrillos, los sometidos, las manos y la fuerza, la energía que mueve a la maquinaria. Y ellos son los Señores, los opresores, los que dominan el juego imponiendo sus normas, dictando sus leyes, decretando nuestras obligaciones, prohibiéndonos y coartando  nuestras libertades. Nosotros somos los esclavos, los oprimidos bajo el yugo del sistema capitalista.

Ellos son los Señores, ellos son los Amos del tablero y mueven sus peones a su antojo. Ellos mandan en el juego, su juego, moviendo a los políticos estratégicamente y haciendo sus combinaciones ganadoras. Ellos avanzan los gobiernos para proteger a la élite, ellos retroceden los países para provocar debilidades en las líneas del enemigo; es decir en las manos, en la masa, en los ladrillos, en el pueblo.

Ellos son los que dirigen el juego y nosotros solo somos la energía que mueve la maquinaria de su horrible Orden Mundial.

XV

Novus Ordo Seclorum. Nuevo Orden Mundial, nuevo orden para los siglos de los siglos, establecido por los Señores, los Amos del Mundo, para dominar a la base ciega de la pirámide. Un nuevo orden más esclavizante, opresor y brutal para dominar a los ladrillos; es decir a ti, a mí, a nosotros, al pueblo.

Ellos son la Élite, los Señores y nosotros los ladrillos, los sometidos, los ignorantes, los violentos que han de ser controlados, gobernados por una élite de iluminados.

Ellos son los Señores.

XVI

Nuevo Orden Mundial. Imperio Global. La Élite de poder planetario dominando todos los gobiernos, todos los estados, todas las naciones. La Élite, los Señores exigiendo vasallaje a reyes, soberanos, presidentes o gobernantes. Los Señores exigiendo sumisión a la masa, al pueblo, a los ladrillos.

La Élite, el ojo que todo lo ve desde la cúspide de la pirámide, los Señores. Ellos son los iluminados del Nuevo Orden Mundial. Ellos tienen el poder sobre las esferas que están por encima de todas las naciones y sus gobernantes, ellos tienen el poder de las esferas. Ellos controlan la esfera económica y financiera, ellos tienen el mando sobre la esfera militar y policial, ellos regulan y dirigen la esfera científica; y ellos tienen el poder político desde sus siete clubes de reflexión. Ellos son los Amos del Mundo, la Élite de la pirámide.

XVII

Ellos son los Amos del Mundo, los dueños del tablero, la mano invisible que mueve las piezas según sus estrategias para conseguir el dominio total del juego. Nosotros somos los peones, los ladrillos y ellos son los Señores, los Amos del Mundo. Ellos mandan en el juego, y los países son sus piezas mayores a las que ellos mueven a su antojo, haciéndolas avanzar o retroceder, e incluso pudiendo llegar a sacrificarlas según sus intereses.

Ellos son los Señores, la Élite de poder que está por encima de las leyes y del poder político  y económico de las naciones y sus gobiernos. Ellos están por encima de todos  los países, de todos los regímenes, de todas las democracias.

Ellos son la Élite, los herederos, los discípulos directos del Maestro Adam Weishaupt, fundador en 1776 del grupo los Iluminati. Ellos son la Élite, los Amos del Mundo que desde la cúspide de la pirámide instauran el Nuevo Orden Mundial Iluminati.

XVIII

Ellos son el Gobierno Invisible, ellos controlan el juego desde sus esferas de poder o clubes de reflexión.

El primero de esos clubes, heredero de la filosofía y el objetivo Iluminati, es el Grupo Bilderberg el más poderoso en las redes de influencia y dominio global. Este grupo es  considerado como el gobierno mundial y se apoya o complementa en los cinco clubes de reflexión a los cuales pertenecen algunos de sus miembros; el Foro Económico Mundial, la Comisión Trilateral, el Club de Roma, el Consejo de relaciones Exteriores Norteamericano y el Instituto Francés de Relaciones Internacionales.

Ellos son la Élite instalada en la cúspide de la pirámide, los Amos del Mundo, ellos son los Señores.

XIX

Ellos son los Amos del Mundo, ellos tienen el dominio sobre las tres esferas de poder.

Ellos son la mano invisible que gobierna al mundo y sus dedos, como gigantescos tentáculos, controlan la esfera de poder económico y financiero, mediante la cual  influyen sobre la política y la soberanía de los países.

Ellos son los Amos del Mundo, la mano invisible y estos son sus cinco dedos-tentáculos más poderosos:

1º  y  2º El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que diseñan y controlan la economía global influyendo en el desarrollo y las políticas de los países y gobiernos mediante préstamos y créditos que aseguran el vasallaje de estos, con un total desprecio de las realidades humanas y ecológicas de los países.

3º  La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la cual mediante el Acuerdo Multilateral de Inversión  influye en la política económica y las leyes de los países, obligando a los estados a favorecer a las multinacionales en detrimento de las condiciones laborales y medioambientales.

4º  La Organización Mundial del Comercio que fija y regula las reglas del comercio mundial, reduciendo el margen de decisión de los estados en economía y en el flujo de las exportaciones e importaciones.

5º   La Comisión Europea es el gobierno de la Unión Europea. Sus miembros no son elegidos mediante referéndum y el pueblo jamás conoce sus decisiones. Temas de suma importancia para los estados son transferidos a esta comisión cuya decisión nunca está sometida a ningún control democrático.

Ellos son la Élite, los Amos del mundo, los que tienen el control del tablero y nosotros somos los ladrillos, las manos, los esclavos del Nuevo Orden Mundial.

XX

Novus Ordo Seclorum. Ellos son los Señores, la Élite de poder planetario que tiene en sus manos la esfera de poder militar y policial.

Los Amos del Mundo apoyan y financian la expansión de la industria armamentística Norteamericana, industria que ciertamente está en manos de algunos de sus miembros, los cuales a su vez son altos mandos del ejército, o tienen poder sobre ellos. Por ello las Fuerzas Armadas de Estados Unidos son, hoy día, el ejército privado de los Amos del Mundo. En un futuro próximo, las fuerzas armadas están llamadas a convertirse en empresas privadas, prestatarias de servicios trabajando mediante contrato con los Estados o con cualquier otro cliente capaz de pagar sus servicios, como Organizaciones económicas y comerciales, clubes de poder o empresas transnacionales.

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