Profanación de la palabra

Título: Profanación de la palabra

Año: 2007

Edición: Primera

Autor: Miguel Fernández Rivero

Género: Poesía

Editorial: Edición propia

Tapa: Blanda

Páginas: 81

I.S.B.N: SE-2861-07

Dep. Legal: SE-2861-07

Título: Profanación de la palabra

Año: 2007

Edición: Primera

Autor: Miguel Fernández Rivero

Género: Poesía

Editorial: Edición propia

Tapa: Blanda

Páginas: 81

I.S.B.N: SE-2861-07

Dep. Legal: SE-2861-07

Profanación de la Palabra, (2007) en prosa poética, es mi sexto libro y está escrito en la estela que Julio Vélez dejó en mí a través de Escrito en la estela de El Último Ángel caído. Por  lo tanto es un libro a partir de otro libro, es el fruto y elimpacto producido por la palabra de Escrito en la estela de El último Ángel Caído en el alma sedienta de un ser que busca y necesita la palabra para seguir subsistiendo.

Aquel extenso poema, dividido en diecinueve cantos, me impregno de la palabra y la poesía de Julio, arrastrándome a escribir este libro. Cada uno de los cantos de mi libro lo empiezo y termino con palabras de cada uno de los cantos del libro de Julio, y dejando volar mi imaginación creo diecinueve nuevos cantos.

No he pretendido apropiarme de nada ni he pretendido destruir nada, sólo he pretendido hermanarme con la palabra de Julio, en un respetuoso acto de incondicional entrega. Sólo he pretendido fundirme y aunarme con su palabra; pronunciándola, trasmitiéndola, alargándola por el viento fugaz de estos labios míos.

UNO

            Escrito en la estela del último ángel caído el jardín se adentra en la noche y la noche, para alimentar su misterio, devora los sueños del hombre, el cual se pierde por  los desolados caminos de la realidad.

            De nada vale que la luz de un cielo estrellado se instale en la noche para demorar la llegada de las sombras o simplemente para atenuarlas; de nada vale. Los pájaros oscuros, aquellos que roban los sueños y merodean por los jardines buscando la inocencia, se abaten sobre esa luz haciendo de la noche su territorio, el dominio de sus sombras. Mientras el hombre, solo y desnudo, perdido en medio de la noche y desamparado como un perro sin amo, abre sus ojos desmesuradamente, como quien se ahoga al faltarle la luz, y grita su angustia.

            La noche pesa terriblemente sobre los hombros del hombre y el hombre se cansa de sostener  su propio cuerpo. El vacío de los sueños robados va inundando las salas de su existencia.

            Pareciera que todo estuviera perdido, pero aún nos queda la inocencia. Esa inocencia que se oculta más allá de los jardines que se adentran en la noche, en las profundas galerías de nuestro ser, esa inocencia que es capaz de engendrar nuevos sueños que nos den alas para alcanzar la luz.

            Pareciera que esaluz nos perteneciera, pero la luz ha huido con el primero de los besos. La noche se ha llenado de pájaros oscuros, porque el ángel ha encerrado la espada de fuego de todos los paraísos.

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